Fondare 14 Risultati per: tapiz

  • La longitud de cada tapiz será de veintiocho codos y la anchura de cuatro. Todos los tapices tendrán las mismas medidas. (Exodo 26, 2)

  • Pondrás lazos de púrpura violeta en el borde del tapiz con que termina la primera serie, y lo mismo harás en el borde del tapiz con que termina el segundo conjunto. (Exodo 26, 4)

  • Pondrás cincuenta lazos en el primer tapiz y otros cincuenta en el borde del último tapiz del segundo conjunto, correspondiéndose los lazos unos a otros. (Exodo 26, 5)

  • La puerta del atrio tendrá un tapiz de veinte codos, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador. Tendrá cuatro postes y cuatro basas. (Exodo 27, 16)

  • los cortinajes del atrio con sus postes y sus basas; el tapiz de la entrada del atrio; (Exodo 35, 17)

  • La longitud de cada tapiz era de veintiocho codos y la anchura de cuatro. Todos los tapices tenían las mismas medias. (Exodo 36, 9)

  • Puso lazos de púrpura violeta en el borde del tapiz con que termina el primer conjunto; los puso también en el borde del tapiz con que termina el segundo conjunto. (Exodo 36, 11)

  • Puso cincuenta lazos en el primer tapiz y otros cincuenta en el borde del último tapiz del segundo conjunto, correspondiéndose los lazos unos a otros. (Exodo 36, 12)

  • El tapiz de la puerta del atrio era labor de recamador y estaba recamado de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal. Tenía veinte codos de largo; su altura - en el ancho - era de cinco codos, lo mismo que los cortinajes del atrio. (Exodo 38, 18)

  • el cortinaje del atrio, los postes con sus basas, el tapiz para la entrada del atrio, sus cuerdas, su clavazón y todos los utensilios del servicio de la Morada para la Tienda del Encuentro; (Exodo 39, 40)

  • En derredor levantarás el atrio y tenderás el tapiz a la entrada del atrio. (Exodo 40, 8)

  • Por fin alzó el atrio que rodeaba la Morada y el altar, y colgó el tapiz a la entrada del atrio. Así acabó Moisés los trabajos. (Exodo 40, 33)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina