Fondare 156 Risultati per: Resto

  • y se separó de Jacob a una distancia de tres días de camino. Jacob siguió apacentando el resto de los rebaños de Labán. (Génesis 30, 36)

  • Con el resto se hicieron los garfios de las columnas, se recubrieron de oro sus capiteles y se las rodeó de anillos. (Exodo 38, 28)

  • El resto de la ofrenda será para Aarón y sus hijos, como parte santa de la ofrenda quemada en honor del Señor. (Levítico 2, 3)

  • El resto de la ofrenda será para Aarón y sus hijos, como parte santa de la ofrenda quemada en honor del Señor. (Levítico 2, 10)

  • con parte de su sangre rociará la pared del altar, y el resto lo exprimirá al pie de éste: es un sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 9)

  • El sacerdote examinará la llaga de la piel: si los pelos de la parte afectada se han vuelto blancos y la llaga es más profunda que el resto de la piel, es llaga de lepra. Una vez examinado, el sacerdote lo declarará impuro. (Levítico 13, 3)

  • Si la mancha reluciente es blanca, pero no está más profunda que el resto de la piel ni el pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote aislará al enfermo durante siete días. (Levítico 13, 4)

  • ¿os parece poco que el Dios de Israel os haya separado del resto del pueblo para teneros a su lado y hacer el servicio en la tienda del Señor, y os haya escogido entre la comunidad como ministros suyos? (Números 16, 9)

  • y repartidlo, mitad y mitad, entre los combatientes que han ido a la guerra y el resto de la comunidad. (Números 31, 27)

  • A media tribu de Manasés le di el resto de Galaad y toda la parte de Basán perteneciente al reino de Og. (Toda la confederación de Argob, todo el Basán, es lo que se llama la tierra de los refaítas. (Deuteronomio 3, 13)

  • En el valle: Bet Jarán, Bet Nimrá, Sucot, Safón y el resto del reino de Sijón, rey de Jesbón. El Jordán era el límite hasta el extremo sur del mar de Genesaret. (Josué 13, 27)

  • Los que lamieron el agua de sus manos fueron trescientos. El resto del pueblo se arrodilló para beber. (Jueces 7, 6)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina