Fondare 43 Risultati per: andar

  • Acuérdate del camino que el Señor te ha hecho andar durante cuarenta años a través del desierto con el fin de humillarte, probarte y conocer los sentimientos de tu corazón y ver si guardabas o no sus mandamientos. (Deuteronomio 8, 2)

  • "Yo tengo ciento veinte años, ya no puedo andar de un lado para otro; además, el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán. (Deuteronomio 31, 2)

  • Tomad el arca del Señor y ponedla sobre el carro. Poned en un cofre junto a ella los objetos de oro que le dais en ofrenda de reconciliación, y dejadla andar. (I Samuel 6, 8)

  • Le ciñó la espada sobre su armadura y David intentó en vano andar, porque no estaba entrenado. Y dijo a Saúl: "No puedo andar con esto, porque no estoy entrenado". Y se lo quitó de encima. (I Samuel 17, 39)

  • Llegaste ayer, y ¿te haré andar errante con nosotros hoy, sin saber yo mismo dónde voy? Vuélvete y lleva contigo a tus hermanos, y que el Señor tenga contigo misericordia y fidelidad". (II Samuel 15, 20)

  • escucha tú en el cielo, perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enséñales el buen camino por donde deben andar y manda la lluvia sobre la tierra que le diste en heredad. (I Reyes 8, 36)

  • escucha tú en el cielo, perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enséñales el buen camino por donde deben andar y manda la lluvia sobre la tierra que le diste en heredad. (II Crónicas 6, 27)

  • pues la limosna libra de la muerte e impide andar en tinieblas. (Tobías 4, 10)

  • Hace andar descalzos a los sacerdotes, y abate a los que están seguros. (Job 12, 19)

  • andar a tientas en tinieblas, sin luz, y tambalearse lo mismo que un borracho. (Job 12, 25)

  • Quiero decir a Dios, mi roca: "¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué he de andar triste, bajo la opresión de mi enemigo?". (Salmos 42, 10)

  • Pues tú eres, oh Dios, mi fortaleza, ¿por qué me has rechazado?, ¿por qué he de andar yo triste, bajo la opresión de mi enemigo? (Salmos 43, 2)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina