Fondare 1486 Risultati per: hijos

  • Bien sabéis que hemos sido para cada uno de vosotros como un padre para sus hijos; (I Tesalonicenses 2, 11)

  • Todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; no sois hijos de la noche ni de las tinieblas. (I Tesalonicenses 5, 5)

  • Por el contrario, nosotros, hijos del día, seamos sobrios; revistámonos de la coraza de la fe y del amor, cubriéndonos con el yelmo de la esperanza de la salvación. (I Tesalonicenses 5, 8)

  • que sepa gobernar bien su propia casa y hacer que sus hijos sean obedientes y respetuosos; (I Timoteo 3, 4)

  • Los diáconos sean casados una sola vez, que sepan gobernar bien a sus hijos y sus propias casas. (I Timoteo 3, 12)

  • Si la viuda tiene hijos o nietos, ellos, antes que nadie, son los que deben cuidar de su propia familia y de recompensar a sus progenitores por los beneficios que han recibido de ellos, pues esto es lo que Dios quiere. (I Timoteo 5, 4)

  • y estar acreditada por sus buenas obras, tales como haber educado bien a sus hijos, haber ejercitado la hospitalidad, haber lavado los pies a los creyentes, haber socorrido a los atribulados, haber practicado toda clase de obra buena. (I Timoteo 5, 10)

  • Por eso quiero que las viudas jóvenes se vuelvan a casar, que tengan hijos, que gobiernen su casa y que no den motivos de crítica a los adversarios, (I Timoteo 5, 14)

  • que el candidato sea irreprochable; casado una sola vez; que tenga hijos creyentes, a los que no se les pueda inculpar de libertinaje o indisciplina. (Tito 1, 6)

  • a fin de que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, (Tito 2, 4)

  • Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien todo fue hecho, queriendo llevar a la gloria un gran número de hijos, hiciese perfecto, mediante los sufrimientos, al jefe que debía guiarlos a la salvación. (Hebreos 2, 10)

  • Y además: En él pondré mi confianza. Más todavía: Aquí estoy yo con los hijos que Dios me ha dado. (Hebreos 2, 13)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina