13. Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, cinco codos de ancho, y tres codos de alto, que había colocado en medio del atrio; poniéndose sobre él se arrodilló frente a toda la asamblea de Israel. Y extendiendo sus manos hacia el cielo,





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina