1. El día en que Moisés acabó de montar la Morada, la ungió y la consagró con todo su mobiliario, así como el altar con todos sus utensilios. Cuando lo hubo ungido y consagrado,





“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina