14. En cuanto Abrán se enteró de que su sobrino había sido hecho prisionero, armó a trescientos dieciocho de sus hombres más valientes nacidos en su casa y se lanzó en su persecución hasta Dan.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina