27. Cuando el asna vio al ángel del Señor, se tumbó debajo de Balaán, el cual, enfurecido, le pegaba con el palo.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina