12. A cada joven le llegaba el turno de presentarse al rey Asuero al cabo de doce meses, según el estatuto de las mujeres. Los días de preparación se empleaban en ungirse, durante seis meses con óleo y mirra y otros seis meses con los aromas y perfumes que usan las mujeres.





“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina