9. Subió, pues, Sosaq, rey de Egipto, contra Jerusalén y se apoderó de los tesoros de la Casa de Yahveh y de los tesoros de la casa del rey. De todo se apoderó. Habiéndose llevado los escudos de oro que había hecho Salomón,





“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina