32. Comencemos, por tanto, desde ahora la narración, después de haber abundado tanto en los preliminares; pues sería absurdo abundar en lo que antecede a la historia y ser breve en la historia misma.





“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina