1. Canción de las subidas. Dichosos todos los que temen a Yahveh, los que van por sus caminos.

2. Del trabajo de tus manos comerás, ¡dichoso tú, que todo te irá bien!

3. Tu esposa será como parra fecunda en el secreto de tu casa. Tus hijos, como brotes de olivo en torno a tu mesa.

4. Así será bendito el hombre que teme a Yahveh.

5. ¡Bendígate Yahveh desde Sión, que veas en ventura a Jerusalén todos los días de tu vida,

6. y veas a los hijos de tus hijos! ¡Paz a Israel!





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina