Apocalipsis, 1
14. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve; sus ojos, como una llama de fuego;
14. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve; sus ojos, como una llama de fuego;
“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina