9. ciñes la cintura a Aarón y a sus hijos y les pones las tiaras, con lo cual el sacerdocio les pertenecerá en propiedad. Ésta es la ley perpetua. De este modo consagrarás a Aarón y a sus hijos.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina