17. Comenzaron la obra de purificación el día primero del primer mes, y el día octavo llegaron ya al vestíbulo del Señor. Emplearon otros ocho días en la purificación del templo: la obra quedó concluida el día dieciséis del primer mes.





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina