Znaleziono 231 Wyniki dla: Ángel

  • Gedeón lo hizo así. En ese momento el Angel de Yavé extendió el bastón que tenía en la mano y tocó la carne y los panes. De repente una llamarada salió de la roca. El fuego quemó la carne y los panes y el Angel de Yavé desapareció. (Jueces 6, 21)

  • Gedeón comprendió que era el Angel de Yavé y dijo: «¡Pobre de mí, Señor Yavé! He visto al Angel de Yavé cara a cara.» (Jueces 6, 22)

  • El Angel de Yavé se presentó a esta mujer y le dijo: «Tú no has podido tener hijos y no has dado a luz, pero mira que vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo. (Jueces 13, 3)

  • Fue la mujer y dijo a su marido: «Me habló un enviado de Dios que tenía la majestad de un Angel. No le pregunté de dónde era ni él me dijo su nombre.» (Jueces 13, 6)

  • Yavé escuchó a Manoaj y el Angel de Yavé vino donde la mujer cuando estaba sentada en el campo; tampoco esta vez Manoaj, su marido, estaba con ella. (Jueces 13, 9)

  • El Angel de Yavé respondió a Manoaj: «Deberá abstenerse de todo lo que indiqué a esta mujer. (Jueces 13, 13)

  • Manoaj dijo entonces al Angel de Yavé: (Jueces 13, 15)

  • «Permítenos retenerte y prepararte un cabrito.» Porque Manoaj no sabía que era el Angel de Yavé. Pero él dijo a Manoaj: «Aunque me obligues a quedarme, no probaré tu comida. Pero si quieres sacrificar alguna víctima por el fuego, ofrécesela a Yavé.» (Jueces 13, 16)

  • Manoaj dijo entonces al Angel de Yavé: «¿Cuál es tu nombre, para que, cuando se cumpla tu palabra, te podamos honrar?» (Jueces 13, 17)

  • El Angel de Yavé le respondió: «¿Por qué me preguntas el nombre? Es Admirable.» (Jueces 13, 18)

  • Y sucedió esto a la vista de Manoaj y su esposa: cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el Angel de Yavé subió también en la llama. Al verlo, Manoaj y su mujer cayeron rostro en tierra. (Jueces 13, 20)

  • Al desaparecer el Angel de Yavé a la vista de Manoaj y de su esposa, éste se dio cuenta de que era el Angel de Yavé. (Jueces 13, 21)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina