Znaleziono 56 Wyniki dla: Escudo

  • Feliz eres, ¡oh, Israel! ¿Quién semejante a ti, pueblo salvado por Yavé? El es el escudo que te ampara, la espada que te da la victoria. Tus enemigos quisieran apaciguarte, pero tú, al fin, les pisas el cuello.» (Deuteronomio 33, 29)

  • Iban tras dioses nuevos, y la guerra se les vino encima. ¡Apenas un escudo y una lanza para cuarenta mil hombres en Israel! (Jueces 5, 8)

  • Esta era tan gruesa como un palo de telar, terminaba en una punta de hierro y pesaba siete kilos. Delante de él marchaba el que llevaba su escudo. (1 Samuel 17, 7)

  • El filisteo se acercó más y más a David, precedido por el que llevaba su escudo, (1 Samuel 17, 41)

  • Así murieron juntos aquel día Saúl, sus tres hijos y el que llevaba su escudo. (1 Samuel 31, 6)

  • Montañas de Gelboé, no caigan sobre ustedes ni rocío ni lluvia, y queden cerradas las vertientes profundas, pues allí fue tirado el escudo de los héroes. (2 Samuel 1, 21)

  • El escudo de Saúl no estaba ungido con aceite sino con la sangre de los heridos y con la grasa de los guerreros.El arco de Jonatán no retrocedió jamás ni la espada de Saúl se blandía en vano. (2 Samuel 1, 22)

  • El es la roca en que me asilo, mi escudo, mi salvación, mi fortaleza y mi refugio. Tú, mi Salvador, me salvas de la violencia. (2 Samuel 22, 3)

  • El camino de Dios es perfecto, la palabra de Yavé es segura, él es escudo para cuantos se acogen a él. (2 Samuel 22, 31)

  • Tú me das tu escudo salvador y tu bondad me hace grande. (2 Samuel 22, 36)

  • Por eso, así dice Yavé del rey de Asur: «No pondrá pie en esta ciudad, no lanzará flechas contra ella, no levantará escudo, ni la cercará con trincheras. Volverá por el camino que ha venido, (2 Reyes 19, 32)

  • Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, eran hombres valientes, llevaban escudo y espada, manejaban el arco y eran diestros en la guerra. Eran 44.760, listos para la guerra. (1 Crónicas 5, 18)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina