Znaleziono 18 Wyniki dla: Espirituales

  • Los guías espirituales brillarán como el resplandor del firmamento; los que educaron al pueblo para que fuera justo brillarán como las estrellas por toda la eternidad. (Daniel 12, 3)

  • Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, (Carta a los Romanos 8, 38)

  • Quisieron hacerlo, y de hecho estaban en deuda con ellos, pues si han participado de los bienes espirituales de los judíos, es justo que los sirvan en lo material. (Carta a los Romanos 15, 27)

  • Hablamos, pues, de esto, no con los términos de la sabiduría humana, sino con los que nos enseña el Espíritu, expresando realidades espirituales para quienes son espirituales. (1º Carta a los Corintios 2, 13)

  • Yo, hermanos, no pude hablarles como a personas espirituales, sino como a personas «carnales», como a niños en Cristo. (1º Carta a los Corintios 3, 1)

  • Si nosotros hemos sembrado en ustedes riquezas espirituales, ¿será mucho que cosechemos entre ustedes algunas cosas de este mundo? (1º Carta a los Corintios 9, 11)

  • Ahora, hermanos, les recordaré lo siguiente respecto a los dones espirituales. (1º Carta a los Corintios 12, 1)

  • Hay diferentes dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo. (1º Carta a los Corintios 12, 4)

  • Busquen el amor y aspiren a los dones espirituales, especialmente al don de profecía. (1º Carta a los Corintios 14, 1)

  • Tomen esto en cuenta, y si se interesan por los dones espirituales, ansíen los que edifican la Iglesia. Así no les faltará nada. (1º Carta a los Corintios 14, 12)

  • Los que entre ustedes son considerados profetas o personas espirituales reconocerán que lo que les escribo es mandato del Señor. (1º Carta a los Corintios 14, 37)

  • Se siembra un cuerpo animal, y despierta un cuerpo espiritual. Pues si los cuerpos con vida animal son una realidad, también lo son los cuerpos espirituales. (1º Carta a los Corintios 15, 44)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina