Znaleziono 15 Wyniki dla: Nabal

  • Estaba allí esquilando su rebaño. Su nombre era Nabal y era de la familia de Caleb; su esposa se llamaba Abigaíl. Ella era una mujer bien ponderada y hermosa. En cambio, él era duro y malo. (1 Samuel 25, 3)

  • David supo que Nabal estaba esquilando sus ovejas (1 Samuel 25, 4)

  • y le envió a diez de sus muchachos, a los que dijo: «Suban a Carmelo y vayan a saludar a Nabal de parte mía. (1 Samuel 25, 5)

  • Los muchachos de David llegaron donde Nabal, le repitieron estas palabras de David y se quedaron esperando. (1 Samuel 25, 9)

  • Nabal les respondió: «¿Quién es David y quién es el hijo de Jesé? Cada día son más los esclavos que se escapan de la casa de sus amos. (1 Samuel 25, 10)

  • Los servidores de David, dando media vuelta, regresaron por el mismo camino. Al llegar le repitieron a David lo que había dicho Nabal. (1 Samuel 25, 12)

  • Uno de los muchachos de Nabal contó a Abigaíl, su esposa, cómo David había enviado mensajeros para saludar a su patrón y cómo éste los había tratado con desprecio. (1 Samuel 25, 14)

  • No hagas caso de ese malvado de Nabal, porque su nombre lo dice todo: es un estúpido. Y yo no estaba cuando vinieron tus jóvenes. (1 Samuel 25, 25)

  • Y ahora, por Yavé y por tu vida, es Yavé quien te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu propia mano. Que a tus enemigos y a los que te odian les pase como a Nabal. (1 Samuel 25, 26)

  • Pero, sobre todo, gracias a Dios, que me ha impedido hacerte mal. Pues si tú no te hubieras apresurado en venir a mi encuentro, juro que a Nabal no le habría quedado al amanecer ni un solo varón.» (1 Samuel 25, 34)

  • Cuando Abigaíl volvió a la casa de Nabal, éste estaba celebrando un gran banquete. Se encontraba alegre y completamente ebrio. Nada le dijo sino hasta el amanecer. (1 Samuel 25, 36)

  • Al saber David que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea Yavé, que me ha hecho justicia por la injuria que yo recibí de Nabal! Me ha impedido hacer el mal y ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza.»David envió mensajeros para proponer matrimonio a Abigaíl. (1 Samuel 25, 39)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina