Znaleziono 173 Wyniki dla: Sión

  • David, sin embargo, se apoderó de la fortaleza de Sión, la que en Jerusalén de hoy se llama «ciudad de David». (2 Samuel 5, 7)

  • Salomón congregó en Jerusalén a todos los jefes de Israel, a los jefes de sus tribus y a los príncipes de sus familias, para subir el Arca de la Alianza de Yavé desde la ciudad de David llamada Sión. (1 Reyes 8, 1)

  • Esta es la sentencia que Yavé pronuncia contra él: La virgen, hija de Sión, te desprecia y se burla de ti. Mueve la cabeza a tus espaldas la hija de Jerusalén. (2 Reyes 19, 21)

  • Porque saldrá un resto del pueblo de Jerusalén, y supervivientes del monte Sión; el celo amoroso de Yavé de los Ejércitos lo hará. » (2 Reyes 19, 31)

  • Los habitantes del país eran los jebuseos, y decían a David: «No entrarás aquí.» Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David. (1 Crónicas 11, 5)

  • Entonces congregó Salomón en Jerusalén a todos los jefes de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los principales de las casas paternas de los hijos de Israel, para hacer subir el Arca de la Alianza de Yavé desde la ciudad de David, que es Sión. (2 Crónicas 5, 2)

  • Dame palabras seductoras para herir y matar a los que vienen como enemigos de tu alianza, de tu santa Casa, del monte Sión y la Casa que pertenece a tus hijos. (Judit 9, 13)

  • "Yo soy quien ha consagrado a mi rey en Sión, mi monte santo." (Salmos 2, 6)

  • Canten al Señor, que mora en Sión, y publiquen entre los pueblos sus hazañas. (Salmos 9, 12)

  • para que proclame tus maravillas, en las puertas de la hija de Sión, feliz y agradecido por tu salvación. (Salmos 9, 15)

  • ¿Quién traerá de Sión la salvación de Israel? Cuando a su pueblo Dios traiga de vuelta, habrá alegría en Jacob, Israel será colmado. (Salmos 14, 7)

  • Que del Santuario te envíe socorro y desde Sión te venga su auxilio. (Salmos 20, 3)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina