Znaleziono 136 Wyniki dla: veinte

  • veinte copas de oro por valor de mil dáricas y dos vasos de bronce bruñido tan preciosos como vasos de oro. (Esdras 8, 27)

  • Todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días. Era el día veinte del noveno mes, y todo el pueblo estaba en la plaza de la Casa de Dios temblando con motivo de aquel asunto y también porque llovía. (Esdras 10, 9)

  • En el mes de Nisán, el año veinte del rey Artajerjes, estaba cumpliendo mi oficio de copero. Tomé el vino y lo presenté al rey. Anteriormente, nunca había estado triste ante él. (Nehemías 2, 1)

  • El rey Artajerjes me había hecho gobernador del país de Judá, en el año veinte de su reinado. Hasta el año treinta y dos, o sea, durante doce años, ni yo, ni mis hermanos, jamás exigimos el pan del gobernador. (Nehemías 5, 14)

  • Junto a las puertas levantó torres de cincuenta metros de alto y veinte de ancho en los cimientos. (Judit 1, 3)

  • Las puertas, de treinta y cinco metros de alto y veinte de ancho, permitían la salida de sus fuerzas y el desfile de la infantería. (Judit 1, 4)

  • Luego, Nabucodonosor volvió a Nínive con sus soldados y con una inmensa multitud de gente armada que lo había seguido. Durante ciento veinte días descansaron allí y vivieron cómodamente. (Judit 1, 16)

  • «Así habla el rey grande, señor de toda la tierra: Toma contigo unos ciento veinte mil infantes valientes y una gran cantidad de caballos, con doce mil jinetes, (Judit 2, 5)

  • Contó unos ciento veinte mil hombres escogidos para la guerra, y doce mil arqueros a caballo, a los que formó en orden de batalla. (Judit 2, 15)

  • Ese mismo día su ejército se puso en marcha. El número de guerreros era de ciento veinte mil de infantería y doce mil jinetes, sin contar los encargados del equipaje y la gran cantidad de hombres que iba a pie con ellos. (Judit 7, 2)

  • El número de sus fuerzas era de cien mil infantes, veinte mil jinetes y treinta y dos elefantes adiestrados para la guerra. (1 Macabeos 6, 30)

  • Habían vencido a Antíoco el Grande, rey de Asia, que les presentó batalla con ciento veinte elefantes, con caballería, carros y un ejército muy poderoso. Fue derrotado y, después de caer en sus manos, (1 Macabeos 8, 6)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina