Znaleziono 37 Wyniki dla: Jesbón

  • Israel se apoderó de todas esas ciudades, y se estableció en las ciudades de los amorreos, en Jesbón y en sus ciudades dependientes. (Números 21, 25)

  • Jesbón era la ciudad de Sijón, el rey de los amorreos que había luchado contra un rey anterior de Moab y le había arrebatado su territorio hasta el Arnón. (Números 21, 26)

  • Por eso los poetas recitan: "¡Vengan a Jesbón! Que sea reconstruida, que sea restaurada la ciudad de Sijón. (Números 21, 27)

  • Porque ha salido fuego de Jesbón, una llamarada de la ciudad de Sijón, que consumió a Ar de Moab y a los jefes de las alturas del Arnón. (Números 21, 28)

  • Los hemos traspasado a flechazos, está en ruinas Jesbón hasta Dibón; hemos arrasado hasta Nofaj, que está junto a Mádaba". (Números 21, 30)

  • Entonces el Señor dijo a Moisés: "No le tengas miedo, porque yo lo puse en tus manos con todo su pueblo y todo su territorio. Harás con él lo mismo que hiciste con Sijón, el rey de los amorreos que habitaba en Jesbón". (Números 21, 34)

  • "Atarot, Dibón, Iázer, Nimrá, Jesbón, Elalé, Sebán, Nebo y Beón (Números 32, 3)

  • Los rubenitas reedificaron Jesbón, Elalé, Quiriataim, (Números 32, 37)

  • Después de haber derrotado a Sijón, rey de los amorreos que residía en Jesbón, y a Og, rey de Basán, que residía en Astarot y Edrei, (Deuteronomio 1, 4)

  • Luego el Señor añadió: "Reanuden la marcha y crucen el torrente Arnón. Yo te entrego a Sijón, rey de Jesbón, el amorreo, con todo su país. Prepárate para iniciar la conquista y provócalo a la guerra. (Deuteronomio 2, 24)

  • Desde el desierto de Quedemot envié mensajeros a Sijón, rey de Jesbón, con la siguiente propuesta de paz: (Deuteronomio 2, 26)

  • Pero Sijón, rey de Jesbón, se negó a dejarnos pasar por su territorio, porque el Señor, tu Dios, había ofuscado su espíritu y endurecido su corazón, a fin de ponerlo en tus manos, como lo está todavía hoy. (Deuteronomio 2, 30)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina