Znaleziono 27 Wyniki dla: Tomarás

  • A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, tomarás a tus enemigos por la nuca y los hijos de tu padre se postrarán ante ti. (Génesis 49, 8)

  • Después tomarás dos piedras de lapislázuli y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel (Exodo 28, 9)

  • Tomarás luego las vestiduras y revestirás a Aarón con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y lo ceñirás con el cinturón del efod. (Exodo 29, 5)

  • Tomarás después el óleo de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y lo ungirás con él. (Exodo 29, 7)

  • Tomarás un poco de su sangre, untarás con tu dedo los cuernos del altar y derramarás todo el resto de la sangre sobre la base del mismo. (Exodo 29, 12)

  • Luego tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre su cabeza. (Exodo 29, 15)

  • Tomarás luego el segundo carnero, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre su cabeza. (Exodo 29, 19)

  • Tomarás un poco de la sangre que está sobre el altar y un poco del óleo de la unción, y rociarás con ellos a Aarón y sus vestiduras, a sus hijos y también sus vestiduras. Así quedarán consagrados Aarón, sus hijos y las vestiduras de todos ellos. (Exodo 29, 21)

  • Luego tomarás la grasa de este carnero: la grasa de la cola, la que cubre las entrañas, la protuberancia del hígado, los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y también la pata derecha, porque se trata del carnero ofrecido para la investidura de los sacerdotes. (Exodo 29, 22)

  • Tomarás también el pecho del carnero que se inmola para la investidura de Aarón y realizarás con él el gesto de presentación delante del Señor. Esta será tu parte. (Exodo 29, 26)

  • Después tomarás el carnero ofrecido para la investidura y harás cocinar su carne en el recinto sagrado. (Exodo 29, 31)

  • Luego tomarás el óleo de la unción y ungirás la Morada y todo lo que ella contiene. Así la consagrarás con todo su mobiliario y será una cosa sagrada. (Exodo 40, 9)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina