Znaleziono 39 Wyniki dla: Perfecto

  • Cuando Abram tenía 99 años, se le apareció Yahveh y le dijo: «Yo soy El Sadday, anda en mi pressencia y sé perfecto. (Génesis 17, 1)

  • Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel; ofrecen incienso ante tu rostro, y perfecto sacrificio en tu altar. (Deuteronomio 33, 10)

  • Dios es perfecto en sus caminos, la palabra de Yahveh, acrisolada, él es el escudo de cuantos a él se acogen. (II Samuel 22, 31)

  • Ahora, si andas en mi presencia como anduvo David tu padre, con corazón perfecto y con rectitud, haciendo todo lo que te ordene y guardando mis decretos y mis sentencias, (I Reyes 9, 4)

  • «¡Ah, Yahveh! Dignate recordar que yo he andado en tu presencia con fidelidad y corazón perfecto haciendo lo recto a tu ojos.» Y Ezequías lloró con abundantes lágrimas. (II Reyes 20, 3)

  • Da a mi hijo Salomón un corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus instrucciones y tus preceptos, para que todo lo ponga por obra y edifique el alcázar que yo te he preparado.» (I Crónicas 29, 19)

  • Pero no desaparecieron los altos de en medio de Israel, aun cuando el corazón de Asá fue perfecto todos sus días. (II Crónicas 15, 17)

  • Les dio esta orden: «Obraréis en todo en el temor de Yahveh, con fidelidad y con corazón perfecto. (II Crónicas 19, 9)

  • Ezequías habló al corazón de todos los levitas que tenían perfecto conocimiento de Yahveh. Comieron durante los siete días las víctimas de la solemnidad, sacrificando sacrificos de comunión y alabando a Yahveh, el Dios de sus padres. (II Crónicas 30, 22)

  • La irrisión de su amigo, eso soy yo, cuando grito hacia Dios para obtener repuesta. ¡Irrisión es el justo perfecto! (Job 12, 4)

  • Dios es perfecto en sus caminos, la palabra de Yahveh acrisolada. El es el escudo de cuantos a él se acogen. (Salmos 18, 31)

  • Observa al perfecto, mira al íntegro: hay descendencia para el hombre de paz; (Salmos 37, 37)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina