Znaleziono 16 Wyniki dla: costado

  • Haces al arca una cubierta y a un codo la rematarás por encima, pones la puerta del arca en su costado, y haces un primer piso, un segundo y un tercero. (Génesis 6, 16)

  • Fundirás para ella cuatro anillas de oro, que pondrás en sus cuatro pies, dos anillas a un costado, y dos anillas al otro. (Exodo 25, 12)

  • El les dijo: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Cíñase cada uno su espada al costado; pasad y repasad por el campamento de puerta en puerta, y matad cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente.» (Exodo 32, 27)

  • Fundió cuatro anillas de oro para sus cuatro pies, dos anillas a un costado y dos anillas al otro. (Exodo 37, 3)

  • Os he dado una tierra que no os ha costado fatiga, unas ciudades que no habéis construido y en las que sin embargo habitáis, viñas y olivares que no habéis plantado y de las que os alimentáis. (Josué 24, 13)

  • Cada uno agarró a su adversario por la cabeza y le hundió la espada en el costado; así cayeron todos a la vez, por lo que aquel lugar se llamó: «Campo de los costados»; está en Gabaón. (II Samuel 2, 16)

  • Estaban cerca de la piedra grande que hay en Gabaón cuando Amasá se presentó ante ellos. Vestía Joab su vestido militar y llevaba sobre él la espada, en la vaina, ceñida al costado. La espada se salió y cayó. (II Samuel 20, 8)

  • El hambre es su cortejo, la desgracia se adhiere a su costado. (Job 18, 12)

  • Ciñe tu espada a tu costado, oh bravo, en tu gloria y tu esplendor (Salmos 45, 4)

  • Mas reclinaste tu costado en mujeres, y te dejaste dominar en tu cuerpo. (Eclesiástico 47, 19)

  • A continuación, otra segunda bestia, semejante a un oso, levantada de un costado, con tres costillas en las fauces, entre los dientes. Y se le decía: «Levántate, devora mucha carne.» (Daniel 7, 5)

  • sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. (Juan 19, 34)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina