Znaleziono 286 Wyniki dla: Obras

  • "¡Justo eres, Señor, y justas son tus obras; la misericordia y la verdad son tus caminos, y tú eres el juez del mundo! (Tobías 3, 2)

  • Entonces mismo, extendiendo las manos hacia la ventana, se puso a rezar así: "Bendito seas, Señor, Dios misericordioso, y por siempre sea bendito tu nombre; que por siempre tus obras te bendigan. (Tobías 3, 11)

  • porque si obras rectamente tendrás éxito en tus empresas, como todos los que practican la justicia. (Tobías 4, 6)

  • Entonces el ángel llamó a los dos aparte y les dijo: "Bendecid a Dios y dadle gracias, honradle y alabadle ante todo el mundo porque os ha colmado de bienes. Bendecidle y cantad himnos a su nombre. Dad a conocer a todos los hombres las obras de Dios, como es justo, y no os canséis de darle gracias. (Tobías 12, 6)

  • Bueno es guardar el secreto del rey, pero hay que celebrar y publicar las obras de Dios. Haced el bien, y no os ocurrirá ninguna desgracia. (Tobías 12, 7)

  • Os voy a decir toda la verdad, y no os ocultaré nada. Os he dicho que es bueno guardar el secreto del rey y que hay que celebrar y publicar las obras de Dios. (Tobías 12, 11)

  • Anúncienlo todos, y todos en Jerusalén le den gracias. Jerusalén, ciudad santa, el Señor te castigará por las obras de tus hijos, luego se apiadará de los hijos que practican la justicia. (Tobías 13, 10)

  • Mardoqueo, recordando las grandes obras del Señor, (Ester 13, 8)

  • ¿No has levantado una valla en torno a él, a su casa y a sus posesiones? Has bendecido las obras de sus manos, y sus rebaños hormiguean por el país. (Job 1, 10)

  • Pues, ¿quién le echa en cara su conducta y le pide cuenta de sus obras? (Job 21, 31)

  • Y esto no es más que el contorno de sus obras, pues tan sólo captamos un apagado eco. El trueno en su poder, ¿quién lo podrá alcanzar? (Job 26, 14)

  • para apartar al hombre de sus obras y corregir su orgullo, (Job 33, 17)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina