Znaleziono 243 Wyniki dla: Profetas

  • Encendió sus ánimos con palabras de la ley y los profetas, les trajo a la memoria las batallas ganadas y les infundió valor. (II Macabeos 15, 9)

  • Y aunque es una, lo puede todo; sin salir de sí todo lo renueva y en todas las edades, derramándose en almas santas, hace de ellas amigos de Dios y profetas. (Sabiduría 7, 27)

  • Premia a los que en ti esperan, para dar la razón a tus profetas. (Eclesiástico 36, 15)

  • Distinto es el que se aplica a meditar la ley del altísimo. Estudia la sabiduría de todos los antiguos y consagra sus ocios al estudio de los profetas. (Eclesiástico 39, 1)

  • Que consagraste reyes que hicieran justicia y profetas que te sucedieran. (Eclesiástico 48, 8)

  • En cuanto a los doce profetas, que sus huesos florezcan en su tumba, porque confortaron a Jacob y lo liberaron con fidelidad de la esperanza. (Eclesiástico 49, 10)

  • También éstos se tambalean por el vino, y desatinan por los licores. Sacerdotes y profetas se tambalean por los licores, y el vino los domina: los licores les hacen desatinar, se tambalean como si tuvieran visiones, titubean al pronunciar sentencia. (Isaías 28, 7)

  • porque el Señor ha derramado sobre vosotros un espíritu de sopor, ha cerrado vuestros ojos: los profetas, y ha velado vuestras cabezas: los videntes. (Isaías 29, 10)

  • Dicen a los videntes: No tengáis visiones, y a los profetas: No profeticéis la verdad para nosotros: decidnos cosas seductoras, profetizad ilusiones; (Isaías 30, 10)

  • Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está el Señor? Los intérpretes de la ley no me conocieron; los pastores se rebelaron contra mí; los profetas profetizaron tras dioses impotentes. (Jeremías 2, 8)

  • Como se avergüenza un ladrón al ser sorprendido, así se avergonzarán los de la casa de Israel, ellos, sus reyes y sus jefes, sus sacerdotes y sus profetas, (Jeremías 2, 26)

  • En vano he castigado a vuestros hijos; no habéis aprendido la lección; vuestra espada devoró a vuestros profetas como un león devastador. (Jeremías 2, 30)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina