Znaleziono 12 Wyniki dla: Racimos

  • con tres sarmientos; la vid, apenas abierta, floreció y las uvas maduraron en los racimos. (Génesis 40, 10)

  • Yo tenía en la mano la copa del Faraón, tomé los racimos, los exprimí en la copa del Faraón y se los puse en su mano". (Génesis 40, 11)

  • su cepa viene de la viña de Sodoma, sus sarmientos de los campos de Gomorra, sus uvas son uvas venenosas, y amargos sus racimos. (Deuteronomio 32, 32)

  • un trozo de torta de higos secos y dos racimos de uvas pasas. Él comió y se reanimó, pues no había comido ni bebido nada durante tres días y tres noches. (I Samuel 30, 12)

  • Apenas había David traspasado la cumbre, cuando Sibá, el servidor de Meribaal le salió al encuentro con dos asnos aparejados, que llevaban doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutos del tiempo y un odre de vino. (II Samuel 16, 1)

  • Su cabeza es oro, oro puro; sus guedejas, racimos de palmeras, negras igual que el cuervo. (Cantar 5, 11)

  • Tu talle semeja a la palmera; tus pechos, a sus racimos. (Cantar 7, 8)

  • Me digo: "Voy a subir a la palmera; tomaré sus racimos. ¡Séanme tus pechos como racimos de uvas, y tu aliento como perfume de manzanas! (Cantar 7, 9)

  • Porque los campos de Jesbón están marchitos; de las viñas de Sibmá, los señores de las naciones han arrancado los mejores racimos, que se extendían hasta Yazer y se alargaban hasta el desierto, y sus vástagos llegaban hasta más allá del mar. (Isaías 16, 8)

  • Porque sucede en la tierra, entre los pueblos, como en el vareo de la aceituna, como en la rebusca de racimos después de la vendimia. (Isaías 24, 13)

  • Voy a arrancarlos de raíz -dice el Señor-, pues no hay racimos en la vid, no hay higos en la higuera, y hasta el follaje está marchito. Les mandaré un pueblo que los aventará. (Jeremías 8, 13)

  • Salió todavía del altar otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: "Echa tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, pues la uva está madura". (Apocalipsis 14, 18)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina