Znaleziono 28 Wyniki dla: adivinos

  • A la mañana siguiente el Faraón, muy turbado, mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto y les contó su sueño, pero nadie pudo explicárselo. (Génesis 41, 8)

  • Las siete espigas raquíticas devoraron a las siete lozanas. He contado todo esto a los adivinos y nadie me lo ha podido interpretar". (Génesis 41, 24)

  • No consultaréis a los nigromantes ni recurriréis a los adivinos, si no queréis quedar impuros: yo, el Señor, vuestro Dios. (Levítico 19, 31)

  • Si alguno acude a los nigromantes y recurre a los adivinos prostituyéndose con ellos, yo me volveré contra él y lo extirparé de su pueblo. (Levítico 20, 6)

  • el encantamiento, ni quien consulte a los adivinos y a los que invocan a los espíritus, ni quien interrogue a los muertos. (Deuteronomio 18, 11)

  • Esas gentes que vas a desposeer escuchan a hechiceros y adivinos; pero a ti nada de esto te permite el Señor, tu Dios. (Deuteronomio 18, 14)

  • Gaal insistió: "Unos bajan por el ombligo de la tierra y otro bando viene por el camino de la encina de los adivinos". (Jueces 9, 37)

  • Los filisteos convocaron a los sacerdotes y adivinos y les preguntaron: "¿Qué haremos con el arca del Señor? Decidnos cómo la devolveremos a su lugar". (I Samuel 6, 2)

  • Samuel había muerto; todo Israel le había llorado y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había expulsado del país a los nigromantes y adivinos. (I Samuel 28, 3)

  • Pero la mujer le respondió: "Tú sabes bien lo que ha hecho Saúl, que ha expulsado del país a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes insidias a mi vida para hacerme morir?". (I Samuel 28, 9)

  • Quemó a su hijo, se dio a la magia y a encantamientos, instituyó nigromantes y adivinos, e hizo tantas cosas malas a los ojos del Señor que provocó su indignación. (II Reyes 21, 6)

  • Josías exterminó también a los nigromantes, a los adivinos, los fetiches, los ídolos y todos los ídolos repugnantes que se veían en el país de Judá y en Jerusalén, a fin de llevar a efecto las palabras de la ley escritas en el libro que había encontrado el sacerdote Jelcías en el templo del Señor. (II Reyes 23, 24)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina