10. En el año ciento ochenta y ocho. Los habitantes de Jerusalén y los de Judea, el Consejo de los ancianos y Judas, saludan y desean prosperidad a Aristóbulo, preceptor de rey Tolomeo, del linaje de los sacerdotes consagrados, y a los judíos que están en Egipto.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina