Ester, 8

La Biblia de Jerusalén

9 Fueron convocados al momento los secretarios del rey, en el mes tercero, que es el mes de Siván, el día veintitrés, y escribieron, según las órdenes de Mardoqueo, a los judíos, a los sátrapas, a los inspectores y a los jefes de todas las provincias, desde la India hasta Etiopía, a las 127 provincias, a cada provincia según su escritura y a cada pueblo según su lengua, y a los judíos según su lengua y escritura.




Versículos relacionados com Ester, 8:

El Capítulo 8 de Esther se ocupa de la solución encontrada por Esther y Mordecau sobre el problema de la sentencia de muerte que había sido decretada contra los judíos. Después de que Hamán fue ahorcado, el rey emitió un nuevo decreto que permitió a los judíos defenderse de sus agresores. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

Isaías 41:10: "No tengas miedo, porque estoy contigo; no te persigas, porque yo soy tu Dios; te fortalezco y te ayudo, y te apoyo con mi fiel mano derecha". Este versículo muestra la importancia de la confianza en Dios, que puede ayudar a sus fieles a enfrentar cualquier situación.

Salmo 46:1: "Dios es nuestro refugio y fortaleza, bien presente ayuda en la angustia". Este versículo también enfatiza la importancia de la confianza en Dios en tiempos difíciles.

Proverbios 21:1: "Como aguas de las aguas es el corazón del rey en la mano del Señor; esto, según su voluntad, lo incluye". Este versículo indica que aunque los reyes tienen poder, Dios es el que controla sus corazones y decisiones.

1 Pedro 5:7: "Al presentarle toda tu ansiedad, porque él te cuida". Este versículo es un recordatorio de que podemos dar nuestras preocupaciones a Dios, confiando en que él nos cuidará.

Filipenses 4:6: "No estás inquieto para nada; antes, todas tus peticiones son conocidas ante Dios, oración y súplica, con acción de gracias". Este versículo fomenta la oración como un medio para expresar nuestras necesidades y preocupaciones a Dios, asegurándose de que escuche y responda a nuestra oración.



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