33. Comerás lo que ha servido para su expiación al investirlos y consagrarlos. Pero ningún otro comerá de ello, porque es cosa santa.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina