Josué, 10
14. No ha habido un día como aquél ni antes ni después, en el que el Señor haya obedecido a la voz de un hombre. Es que el Señor combatía por Israel.
14. No ha habido un día como aquél ni antes ni después, en el que el Señor haya obedecido a la voz de un hombre. Es que el Señor combatía por Israel.
“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina