3. Pero ahora yo soy viejo, mientras que ustedes, gracias al Cielo, ya son hombres maduros. Ocupen mi lugar y el de mi hermano, y salgan a luchar por nuestra patria. ¡Que la ayuda del Cielo esté con ustedes!»





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina