15. Cundió el terror en el campamento de los filisteos, en el campo y en el pueblo. También el pelotón de avanzada y las columnas que saqueaban el campo se atemorizaron. La tierra se estremeció y se produjo un pánico extraordinario.





“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina