3. Todo lo contrario, anduvo por el camino de los reyes de Israel e incluso sacrificó por el fuego a su hijo, según las prácticas odiosas de las naciones que Yavé había echado fuera del país para que los hijos de Israel ocuparan su lugar.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina