18. o el estruendo de un desmoronamiento de piedras en una pendiente, o la carrera invisible de animales saltando, o aún el aullido de las fieras salvajes y el eco retumbante en las gargantas de las montañas.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina