8. Cada tres años repartía el tercer diezmo a los huérfanos, viudas y extranjeros que convivían con los israelitas, celebrando una comida con ellos conforme a lo ordenado en la ley de Moisés y a los preceptos de Débora, madre de mi padre, la cual me crió cuando me quedé huérfano por la muerte de mi padre.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina