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Al entrar en cualquier casa, bendíganla antes diciendo: La paz sea en esta casa. (Evangelio según San Lucas 10, 5)
porque un ángel del Señor bajaba de vez en cuando y removía el agua; y el primero que se metía después de agitarse el agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.) (Evangelio según San Juan 5, 4)
Pero aun así, yo sé que puedes pedir a Dios cualquier cosa, y Dios te lo concederá.» (Evangelio según San Juan 11, 22)
«Excelentísimo Félix, gozamos de gran paz gracias a ti y las reformas que supiste promover para bien de esta nación. Todo esto lo reconocemos de mil maneras y en cualquier lugar, y te estamos plenamente agradecidos. (Hecho de los Apóstoles 24, 3)
Mejor es abstenerse de carne, vino o de cualquier otra cosa, si eso puede ser causa de tropiezo para tu hermano. (Carta a los Romanos 14, 21)
Pero a mí no me importa lo más mínimo cómo me juzgan ustedes o cualquier autoridad humana. Y tampoco quiero juzgarme a mí mismo. (1º Carta a los Corintios 4, 3)
Huyan de las relaciones sexuales prohibidas. Cualquier otro pecado que alguien cometa queda fuera de su cuerpo, pero el que tiene esas relaciones sexuales peca contra su propio cuerpo. (1º Carta a los Corintios 6, 18)
En cualquier competición los atletas se someten a una preparación muy rigurosa, y todo para lograr una corona que se marchita, mientras que la nuestra no se marchita. (1º Carta a los Corintios 9, 25)
Y lo que tú siembras no es el cuerpo de la futura planta, sino un grano desnudo, ya sea de trigo o de cualquier otra semilla. (1º Carta a los Corintios 15, 37)
El nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios. (2º Carta a los Corintios 1, 4)
No nos callamos por falsa vergüenza; no andamos con rodeos ni desvirtuamos la palabra de Dios; manifestando la verdad, merecemos ante Dios que cualquier conciencia humana nos apruebe. (2º Carta a los Corintios 4, 2)
Así, pues, nos sentimos seguros en cualquier circunstancia. Sabemos que vivir en el cuerpo es estar de viaje, lejos del Señor; (2º Carta a los Corintios 5, 6)