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Jesús dijo al hombre que tenía la mano paralizada: «Ponte de pie y colócate aquí en medio.», (Evangelio según San Marcos 3, 3)
Pero no es más que el carpintero, el hijo de María; es un hermano de Santiago, de Joset, de Judas y Simón. ¿Y sus hermanas no están aquí entre nosotros?» Se escandalizaban y no lo reconocían. (Evangelio según San Marcos 6, 3)
Jesús les dijo: «En verdad se lo digo: algunos de los que están aquí presentes no conocerán la muerte sin que ya hayan visto el Reino de Dios viniendo con poder.» (Evangelio según San Marcos 9, 1)
Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» (Evangelio según San Marcos 9, 5)
diciéndoles: «Vayan a ese pueblo que ven enfrente; apenas entren encontrarán un burro amarrado, que ningún hombre ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí. (Evangelio según San Marcos 11, 2)
Si alguien les pregunta: ¿Por qué hacen eso?, contesten: El Señor lo necesita, pero se lo va a devolver aquí mismo.» (Evangelio según San Marcos 11, 3)
Si alguien entonces les dice: Mira, el Cristo está aquí o está allá, no lo crean. (Evangelio según San Marcos 13, 21)
Llegaron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí mientras voy a orar.» (Evangelio según San Marcos 14, 32)
y les dijo: «Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense aquí y permanezcan despiertos.» (Evangelio según San Marcos 14, 34)
Pero él les dijo: «No se asusten. Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí, ha resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron. (Evangelio según San Marcos 16, 6)
A continuación el diablo lo llevó a Jerusalén, y lo puso en la muralla más alta del Templo, diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, (Evangelio según San Lucas 4, 9)
Jesús les dijo: «Seguramente ustedes me van a recordar el dicho: Médico, cúrate a ti mismo. Realiza también aquí, en tu patria, lo que nos cuentan que hiciste en Cafarnaún.» (Evangelio según San Lucas 4, 23)