Encontrados 230 resultados para: �Sean

  • Sean constantes en la oración; quédense velando para dar gracias; (Carta a los Colosenses 4, 2)

  • Reciban saludos de su compatriota Epafras; es un buen servidor de Cristo Jesús que siempre está orando fervientemente por ustedes para que sean perfectos y produzcan todos los frutos que Dios desea. (Carta a los Colosenses 4, 12)

  • Que él los fortalezca interiormente para que sean santos e irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el día que venga Jesús, nuestro Señor, con todos sus santos. (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 13)

  • Primero sean sometidos a prueba y después, si no hubiera nada que reprocharles, sean aceptados como diáconos. (1º Carta a Timoteo 3, 10)

  • Las mujeres igualmente sean respetables, no chismosas, sino serias y dignas de confianza. (1º Carta a Timoteo 3, 11)

  • Los diáconos sean casados una sola vez y gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. (1º Carta a Timoteo 3, 12)

  • Quiero, pues, que las viudas jóvenes se vuelvan a casar, que tengan hijos y sean amas de casa, antes que dar a nuestros adversarios algún pretexto para criticar. (1º Carta a Timoteo 5, 14)

  • Exige a los ricos que no sean arrogantes ni confíen en las riquezas, que son siempre inseguras; que más bien confíen en Dios, que nos proporciona todo generosamente para que lo disfrutemos. (1º Carta a Timoteo 6, 17)

  • Deben ser hombres intachables, casados una sola vez. Es preciso que sus hijos sean creyentes y que no puedan ser acusados de mala conducta o de ser rebeldes. (Carta a Tito 1, 6)

  • Que las ancianas igualmente se porten como corresponde a santas mujeres; no sean chismosas ni aficionadas al vino, sino más bien personas de buen consejo. (Carta a Tito 2, 3)

  • Invita también a los jóvenes a que sean responsables en todo. (Carta a Tito 2, 6)

  • Que no insulten a nadie, que sean pacíficos y comprensivos y traten a todos con toda cortesía. (Carta a Tito 3, 2)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina