Encontrados 171 resultados para: ídolos

  • Gente de Israel, Yavé les dice: Sigan no más sirviendo a sus sucios ídolos, pues al final me escucharán y no profanarán más mi santo Nombre con esas ofrendas y esos ídolos. (Ezequiel 20, 39)

  • El rey de Babilonia se detuvo en el cruce de caminos, se ve la suerte, sacude las flechas, interroga a los ídolos, examina el hígado de los animales. (Ezequiel 21, 26)

  • Dale a conocer todos sus crímenes. Le comunicarás esta palabra de Yavé: Ay de esta ciudad, pues adelantó su hora con la sangre derramada en medio de ella, se volvió impura con los ídolos que se hizo. (Ezequiel 22, 3)

  • La sangre derramada te ha convertido en culpable, te hiciste ídolos y con ello te has ensuciado. Adelantaste tu hora y el término de tus años: te convertiré en la vergüenza de las naciones, en motivo de risa para todos los pueblos. (Ezequiel 22, 4)

  • Con ellos me engañó, con esos asirios de clase alta. Ardía de amor por ellos, y al mismo tiempo se ensuciaba con sus ídolos. (Ezequiel 23, 7)

  • Todo eso te pasará porque te prostituiste con las naciones y con sus sucios ídolos. (Ezequiel 23, 30)

  • Han sido adúlteras, sus manos están llenas de sangre, cometieron adulterio con sus innumerables ídolos, hicieron pasar por el fuego a los hijos que me habían dado a luz. (Ezequiel 23, 37)

  • inmolaban sus hijos a los ídolos y venían a profanar mi Templo. Eso hicieron en mi casa. (Ezequiel 23, 39)

  • Haré que tu perdición recaiga sobre ti y cargarás con el peso de los pecados cometidos con tus ídolos: entonces sabrás que yo soy Yavé. (Ezequiel 23, 49)

  • Les dirás esta palabra de Yavé: "Ustedes comen carne sin desangrar, vuelven sus miradas a sus sucios ídolos, derraman sangre, y ¿quieren así poseer ese país? (Ezequiel 33, 25)

  • Los rociaré con un agua pura y quedarán purificados; los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus inmundos ídolos. (Ezequiel 36, 25)

  • No se ensuciarán más con sus inmundos ídolos, porque los libraré de sus pecados y de todas sus rebeldías y los purificaré; serán mi pueblo y yo seré su Dios. (Ezequiel 37, 23)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina