Encontrados 73 resultados para: Ajab

  • Jehú dijo a su escudero Bidqar: «Tómalo y tira el cadáver en el campo de Nabot de Jezrael; porque recuerda que cuando servíamos juntos en la caballería de su padre, Ajab, Yavé pronunció contra él esta sentencia: (2 Reyes 9, 25)

  • Ocozías había comenzado a reinar en Judá en el año once de Joram, hijo de Ajab. (2 Reyes 9, 29)

  • Setenta hijos de Ajab vivían en Samaria. Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los jefes de la ciudad, a los jueces y a los que cuidaban de los hijos de Ajab, diciendo: (2 Reyes 10, 1)

  • Sepan, pues, que no quedará sin efecto ninguna de las palabras que Yavé dijo contra la familia de Ajab. Acaba de cumplirse lo que dijo por boca de su siervo Elías.» (2 Reyes 10, 10)

  • Jehú mató después a todos los que quedaban del partido de Ajab en Jezrael, a todos sus ayudantes, familiares, sacerdotes, sin dejar ni uno con vida. (2 Reyes 10, 11)

  • Cuando estuvo en Samaria, Jehú dio muerte a todos los sobrevivientes del partido de Ajab que vivían en aquella ciudad; no dejó a ninguno con vida. Así se cumplió la palabra que Yavé había dicho por boca de Elías. (2 Reyes 10, 17)

  • Jehú reunió a todos los habitantes y les dijo: «Lo que Ajab hizo por Baal parecerá bien poco en comparación de lo que haré yo.» (2 Reyes 10, 18)

  • A pesar de todo, Yavé dijo a Jehú: «Porque te has portado bien, haciendo lo que me parece justo, y has actuado con la familia de Ajab conforme a mis deseos, tus hijos hasta la cuarta generación se sentarán en el trono de Israel.» (2 Reyes 10, 30)

  • Levantó altares al dios Baal e hizo un tronco sagrado semejante al que había hecho Ajab, rey de Israel. Se arrodilló ante todas las estrellas del cielo y las adoró. Construyó altares en los patios de la Casa de Yavé, de la cual éste había dicho: «En Jerusalén pondré mi Nombre.» (2 Reyes 21, 4)

  • Jerusalén y sus reyes van a tener la suerte de Samaria y de la familia de Ajab. Fregaré a Jerusalén como se friega un plato para limpiarlo y, después, lo vuelven al revés. (2 Reyes 21, 13)

  • Josafat tuvo grandes riquezas y honores, emparentó con Ajab (2 Crónicas 18, 1)

  • y al cabo de algunos años, bajó a visitarlo a Samaria. Ajab sacrificó gran número de ovejas y bueyes para él y para la gente que lo acompañaba; luego le persuadió que lo acompañara para ir contra Ramot de Galaad. (2 Crónicas 18, 2)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina