Encontrados 423 resultados para: Arca de la Alianza

  • que nos mostraría el amor que tiene a nuestros padres y cómo recuerda su santa alianza. (Evangelio según San Lucas 1, 72)

  • la gente comía, bebía, y se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca y vino el diluvio que los hizo perecer a todos. (Evangelio según San Lucas 17, 27)

  • Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del Templo. (Evangelio según San Lucas 21, 1)

  • Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes»). (Evangelio según San Lucas 22, 20)

  • Ustedes son los hijos de los profetas y los herederos de la alianza que Dios pactó con nuestros padres, al decir a Abrahán: A través de tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Hecho de los Apóstoles 3, 25)

  • Y ésta es la alianza que yo haré con ellos después de borrar todos sus pecados. (Carta a los Romanos 11, 27)

  • De igual manera, tomando la copa, después de haber cenado, dijo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Todas las veces que la beban háganlo en memoria mía.» (1º Carta a los Corintios 11, 25)

  • Incluso nos ha hecho encargados de una nueva alianza, que ya no es cosa de escritos, sino del Espíritu. Porque lo escrito da muerte, mientras que el Espíritu da vida. (2º Carta a los Corintios 3, 6)

  • Con todo, los israelitas se volvieron ciegos. El mismo velo les oculta el sentido de la antigua Alianza hasta el día de hoy, y nadie les hace ver que con Cristo ya no tiene valor. (2º Carta a los Corintios 3, 14)

  • Esta es la prueba de que Jesús viene con una alianza mucho mejor. (Carta a los Hebreos 7, 22)

  • Pero ahora Jesús celebra una liturgia tanto superior cuanto es mediador de una alianza mucho mejor y que promete mejores beneficios. (Carta a los Hebreos 8, 6)

  • Si la primera alianza no mereciera críticas, no habría que buscar otra. (Carta a los Hebreos 8, 7)


“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina