Encontrados 290 resultados para: Boca

  • Pues el cielo debe guardarlo hasta que llegue el tiempo de la restauración del universo, según habló Dios en los tiempos pasados por boca de los santos profetas. (Hecho de los Apóstoles 3, 21)

  • Tú, por el Espíritu Santo, pusiste en boca de tu siervo David estas palabras: ¿Por qué se agitan las naciones y los pueblos traman planes vanos? (Hecho de los Apóstoles 4, 25)

  • El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: Fue llevado como oveja al matadero, como cordero mudo ante el que lo trasquila, no abrió su boca. (Hecho de los Apóstoles 8, 32)

  • Yo contesté: «¡De ninguna manera, Señor! Nunca ha entrado en mi boca nada profano o impuro.» (Hecho de los Apóstoles 11, 8)

  • Después de una acalorada discusión, Pedro se puso en pie y dijo: «Hermanos: ustedes saben cómo Dios intervino en medio de ustedes ya en los primeros días, cuando quiso que los paganos escucharan de mi boca el anuncio del Evangelio y abrazaran la fe. (Hecho de los Apóstoles 15, 7)

  • A este punto el sumo sacerdote Ananías ordenó a sus asistentes que le golpearan en la boca. (Hecho de los Apóstoles 23, 2)

  • Al final los judios se retiraron muy divididos; Pablo los despidió con estas palabras: «Es muy acertado lo que dijo el Espíritu Santo cuando hablaba a sus padres por boca del profeta Isaías: (Hecho de los Apóstoles 28, 25)

  • Sus labios esconden veneno de serpiente y su boca está llena de maldiciones y amargura. (Carta a los Romanos 3, 14)

  • Porque te salvarás si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos. (Carta a los Romanos 10, 9)

  • La fe del corazón te procura la verdadera rectitud, y tu boca, que lo proclama, te consigue la salvación. (Carta a los Romanos 10, 10)

  • Dios dice en la Ley: Hablaré a este pueblo en lenguas extrañas y por boca de extranjeros, pero ni así me escucharán. (1º Carta a los Corintios 14, 21)

  • Nos presentamos, pues, como embajadores de Cristo, como si Dios mismo les exhortara por nuestra boca. En nombre de Cristo les rogamos: ¡déjense reconciliar con Dios! (2º Carta a los Corintios 5, 20)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina