Encontrados 1502 resultados para: Casa de Obed-Edom
Sus discípulos se acordaron de lo que dice la Escritura: «Me devora el celo por tu Casa.» (Evangelio según San Juan 2, 17)
Y se fue cada uno a su casa. (Evangelio según San Juan 7, 53)
Pero el esclavo no se quedará en la casa para siempre; el hijo, en cambio, permanece para siempre. (Evangelio según San Juan 8, 35)
y muchos judíos habían ido a la casa de Marta y de María para consolarlas por la muerte de su hermano. (Evangelio según San Juan 11, 19)
Apenas Marta supo que Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María permanecía en casa. (Evangelio según San Juan 11, 20)
Los judíos que estaban con María en la casa consolándola, al ver que se levantaba a prisa y salía, pensaron que iba a llorar al sepulcro y la siguieron. (Evangelio según San Juan 11, 31)
Muchos judíos que habían ido a casa de María creyeron en Jesús al ver lo que había hecho. (Evangelio según San Juan 11, 45)
María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume. (Evangelio según San Juan 12, 3)
En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. (Evangelio según San Juan 14, 2)
y lo llevaron primero a casa de Anás. Este Anás era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. (Evangelio según San Juan 18, 13)
Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Como este otro discípulo era conocido del sumo sacerdote, pudo entrar con Jesús en el patio de la casa del sumo sacerdote, (Evangelio según San Juan 18, 15)
Llevaron a Jesús de la casa de Caifás al tribunal del gobernador romano. Los judíos no entraron para no quedar impuros, pues ese era un lugar pagano, y querían participar en la comida de la Pascua. (Evangelio según San Juan 18, 28)