Encontrados 14 resultados para: Contribución
«Pide a los israelitas que me ofrezcan una contribución. Tú recibirás todas sus ofrendas voluntarias. (Exodo 25, 2)
Estas son las cosas que aceptarás como contribución: oro, plata y cobre; (Exodo 25, 3)
El rico no dará más de medio siclo ni el pobre dará menos, pues es una contribución para Yavé, para rescate de su vida. (Exodo 30, 15)
Lo tomarás de la mitad del botín que les corresponde y se lo darás al sacerdote Eleazar como contribución para Yavé. (Números 31, 29)
Ezequías, rey de Judá, mandó decir a Senaquerib, que se hallaba en Laquis: «He actuado mal, deja de atacarme y haré lo que tú me digas.» El rey de Asur impuso a Ezequías una contribución de trescientos talentos de plata y treinta de oro. (2 Reyes 18, 14)
El faraón Necao encadenó a Joacaz en Riblá, en el país de Jamat, porque no quería verlo reinar en Jerusalén. Luego impuso al país una contribución de cien talentos de plata y diez de oro. (2 Reyes 23, 33)
Joaquim entregó la plata y el oro al faraón y, para pagar la contribución que el faraón exigía, impuso una tasa a todo el país. Cada uno tuvo que pagar su cuota según lo que poseía. Así Joaquim cobró de todo el pueblo el oro y la plata que debía dar al faraón. (2 Reyes 23, 35)
Entonces llamó el rey al sumo sacerdote Joyadá, y le dijo: «¿Por qué no has tenido cuidado de que los levitas trajeran de Judá y de Jerusalén la contribución que Moisés, siervo de Yavé, y la asamblea de Israel determinaron para la Tienda de las Citas?» (2 Crónicas 24, 6)
y publicaron por todo Judá y Jerusalén que debían traer para Yavé la contribución que Moisés, siervo de Dios, había impuesto a Israel en el desierto. (2 Crónicas 24, 9)
Todos los jefes y todo el pueblo se alegraron; y traían la contribución y la echaban en la caja hasta que se llenaba. (2 Crónicas 24, 10)
El rey de Egipto lo destituyó en Jerusalén, e impuso al país una contribución de cien talentos de plata y un talento de oro. (2 Crónicas 36, 3)
Que sepa, pues, el rey que si esta ciudad es reedificada y sus muralles reconstruidas, no se pagarán más impuestos, contribución ni peaje, y al fin, esta ciudad perjudicará a los reyes. (Esdras 4, 13)