Encontrados 171 resultados para: Cus
pues tú conoces perfectamente sus costumbres y las discusiones propias de ellos. Por eso te ruego tengas la bondad de escucharme. (Hecho de los Apóstoles 26, 3)
de hecho, el culto perpetuo que nuestras doce tribus rinden a Dios noche y día no tiene otro propósito que el de alcanzar esta promesa. Por esta esperanza, oh rey, me acusan los judíos. (Hecho de los Apóstoles 26, 7)
Navegamos hacia Siracusa, donde permanecimos tres días. (Hecho de los Apóstoles 28, 12)
Pero los judíos se opusieron y me vi obligado a apelar al César, sin la menor intención de acusar a las autoridades de mi pueblo. (Hecho de los Apóstoles 28, 19)
y así demuestran que las exigencias de la Ley están grabadas en sus corazones. Serán juzgados por su propia conciencia, y los acusará o los aprobará su propia razón (Carta a los Romanos 2, 15)
¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios mismo los declara justos. (Carta a los Romanos 8, 33)
No, Dios no ha rechazado a su pueblo, al que de antemano conoció. ¿No se acuerdan de lo que dice la Escritura acerca de Elías, cuando éste acusaba a Israel ante Dios? (Carta a los Romanos 11, 2)
Sean comprensivos con el que no tiene segura su fe, y dejen las discusiones que terminan en división. (Carta a los Romanos 14, 1)
No les estoy acusando; ya les dije que los llevamos en nuestro corazón, para vivir unidos y morir juntos. (2º Carta a los Corintios 7, 3)
Cumplan todo sin quejas ni discusiones; (Carta a los Filipenses 2, 14)
Anuló el comprobante de nuestra deuda, esos mandamientos que nos acusaban; lo clavó en la cruz y lo suprimió. (Carta a los Colosenses 2, 14)
ni se metieran en leyendas y recuentos interminables de ángeles. Esas cosas alimentan discusiones, pero no sirven para la obra de Dios, que es cuestión de fe. (1º Carta a Timoteo 1, 4)