Encontrados 1237 resultados para: Gedeón y los 300 hombres

  • Todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres, y le piden representarlos ante Dios y presentar sus ofrendas y víctimas por el pecado. (Carta a los Hebreos 5, 1)

  • Los hombres juran por alguien mayor que ellos, y cuando algo es dudoso, el juramento pone fin a la discusión. (Carta a los Hebreos 6, 16)

  • En el primer caso, los hijos de Leví que cobran el diezmo son hombres que mueren; en cambio, Melquisedec es presentado como el que vive. (Carta a los Hebreos 7, 8)

  • él está a cargo del santuario y de la tienda verdadera, levantada no por hombres, sino por el Señor. (Carta a los Hebreos 8, 2)

  • Estos alimentos, bebidas y diferentes clases de purificación por el agua son ritos de hombres, y solamente valen hasta el tiempo de la reforma.Cristo entró llevando su propia sangre (Carta a los Hebreos 9, 10)

  • Cristo vino como el sumo sacerdote que nos consigue los nuevos dones de Dios, y entró en un santuario más noble y más perfecto, no hecho por hombres, es decir, que no es algo creado. (Carta a los Hebreos 9, 11)

  • Pues ahora no se trata de un santuario hecho por hombres, figura del santuario auténtico, sino que Cristo entró en el propio cielo, donde está ahora ante Dios en favor nuestro. (Carta a los Hebreos 9, 24)

  • Los hombres mueren una sola vez y después viene para ellos el juicio; (Carta a los Hebreos 9, 27)

  • Nosotros no somos de los que se retiran y pierden, sino que somos hombres de fe que salvan sus almas. (Carta a los Hebreos 10, 39)

  • Por su fe también Henoc fue trasladado al cielo en vez de morir, y los hombres no volvieron a verlo, porque Dios se lo había llevado. Antes de que fuera arrebatado al cielo, se nos dice que había agradado a Dios; (Carta a los Hebreos 11, 5)

  • ¿Qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, lo mismo que de Samuel y de los profetas. (Carta a los Hebreos 11, 32)

  • Esos hombres, de los cuales no era digno el mundo, tenían que vagar por los desiertos y las montañas, y refugiarse en cuevas y escondites. (Carta a los Hebreos 11, 38)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina