Encontrados 450 resultados para: Gran Ramera
¡Pobres de las mujeres embarazadas o que estén criando en esos días! Porque una gran calamidad sobrevendrá al país y estallará sobre este pueblo la cólera de Dios. (Evangelio según San Lucas 21, 23)
Y en ese preciso momento verán al Hijo del Hombre viniendo en la Nube, con gran poder e infinita gloria.» (Evangelio según San Lucas 21, 27)
y les dijo: «Yo tenía gran deseo de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer. (Evangelio según San Lucas 22, 15)
Y como no acababan de creerlo por su gran alegría y seguían maravillados, les dijo: «¿Tienen aquí algo que comer?» (Evangelio según San Lucas 24, 41)
Entonces Jesús les dijo: «Echen la red a la derecha y encontrarán pesca.» Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces. (Evangelio según San Juan 21, 6)
Todos los días se reunían en el Templo con entusiasmo, partían el pan en sus casas y compartían sus comidas con alegría y con gran sencillez de corazón. (Hecho de los Apóstoles 2, 46)
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder, y aquél era para todos un tiempo de gracia excepcional. (Hecho de los Apóstoles 4, 33)
Al oír Ananías estas palabras, se desplomó y murió. Un gran temor se apoderó de cuantos lo oyeron. (Hecho de los Apóstoles 5, 5)
A consecuencia de esto, un gran temor se apoderó de toda la Iglesia y de todos cuantos oyeron hablar del hecho. (Hecho de los Apóstoles 5, 11)
y nadie de los otros se atrevía a unirse a ellos, pero el pueblo los tenía en gran estima. (Hecho de los Apóstoles 5, 13)
Recuerden que tiempo atrás se presentó un tal Teudas, que pretendía ser un gran personaje y al que se le unieron unos cuatrocientos hombres. Más tarde pereció, sus seguidores se dispersaron, y todo quedó en nada. (Hecho de los Apóstoles 5, 36)
Saulo estaba allí y aprobaba el asesinato. Este fue el comienzo de una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría. (Hecho de los Apóstoles 8, 1)